In surveys, Latinos who live in the United States appear as beings almost genetically inclined towards environmental conservation. A survey conducted by Yale University three years ago has become emblematic of our natural disposition toward environmental protection.
Almost 3 out of 4 Latinos predisposed to act against climate change
Almost three out of every four Latinos expressed in that survey not only our desire that society, the government and the private sector do more to face the challenge that global warming represents, but we also expressed our willingness to take part in campaigns to act against climate change.
But really, how green are we Latinos?
The answer comes to us through a new campaign that makes visible the efforts of Latinas and Latinos of all flavors and ages, who took the initiative to do something for themselves to protect their communities, promote the use of public lands and encourage use of clean energy.
That is to say, we Latinos are green, but perhaps not as green as we believe or not as green as we can be.
The COVID-19 crisis has confirmed to us the enormous influence that individual responsibility has in influencing the outcomes of public policies. In other words, our grain of sand, almost imperceptible at a microscopic level, makes a difference from a collective point of view.
As a journalist I have had the opportunity to collaborate in this campaign aptly called Latino Verde.
The title is illustrative and provocative. It is up to each of us to evaluate how green we are and how green we can be. The personal stories of Latino Verde include modest volunteers, warriors who dedicate their free time to environmental defense, but also the adventures of professionals who decided to turn their vocation into a professional project.
The message is clear: if you have a passion for the natural world, for preservation and conservation in your veins, why not turn it into something more than a lifestyle and perhaps a professional career with high social impact and remunerated with reward of knowing that you are helping to shape the future of humanity?
In the United States alone, the creation of 9 million green jobs per year in the next decade in the clean transportation sector is projected; as well as 3.2 million per year to expand renewable energies.
Perhaps the COVID-19 crisis and the resulting recession will affect these projections, but precisely the pandemic has shown us that nothing is inevitable and that if we do something positive within the scope of our personal commitment, there is no challenge, nor the climate change, in which we cannot make a difference.
¿Latinos verdes?
En las encuestas, los latinos que vivimos en los Estados Unidos aparecemos como seres casi genéticamente inclinados hacia la conservación ambiental. Un sondeo realizado por la Universidad de Yale hace tres años se ha vuelto emblemático de nuestra disposición natural hacia la protección del medio ambiente.
Casi 3 de 4 latinos predispuestos a actuar contra el cambio climático
Casi tres de cada cuatro latinos expresamos en esa encuesta no sólo nuestro deseo de que la sociedad, el gobierno y el sector privado hagan más para encarar el desafío que representa el calentamiento global, sino que manifestamos nuestra disposición a formar parte en campañas para actuar contra el cambio climático.
Pero realmente ¿qué tan verdes somos los latinos?
La respuesta nos llega de la mano de una nueva campaña que visibiliza los esfuerzos de latinas y latinos de todos los sabores y edades, que tomaron la iniciativa de hacer algo por ellos mismos para proteger sus comunidades, fomentar el uso de tierras públicas y alentar el uso de energías limpias.
Es decir, los latinos sí somos verdes, pero quizás no tan verdes como creemos o no tan verdes como podemos serlo.
La crisis del COVID-19 nos ha confirmado la influencia enorme que tiene la responsabilidad individual para incidir sobre los desenlaces de las políticas públicas. En otras palabras, nuestro granito de arena, casi imperceptible a nivel microscópico, hace la diferencia desde un punto de vista colectivo.
Como periodista he tenido la oportunidad de colaborar en esta campaña llamada atinadamente Latino Verde.
El título es ilustrativo y provocador. A cada uno de nosotros nos corresponde evaluar qué tan verdes somos y qué tan verdes podemos ser. Las historias personales de Latino Verde incluyen a modestos voluntarios, guerreros que dedican su tiempo libre a la defensa ambiental, pero también las aventuras de profesionales que decidieron convertir su vocación en un proyecto profesional.
El mensaje es claro: si llevas en tus venas la pasión por el mundo natural, por la preservación y la conservación ¿por qué no convertirlo en algo más que un estilo de vida y quizás en una carrera profesional de alto impacto social y remunerada con la recompensa de saber que ayudando a moldear el futuro de la humanidad?
Sólo en Estados Unidos se proyecta la creación de 9 millones de empleos verdes por año en la próxima década en el sector del transporte limpios; así como 3.2 millones por año para expandir las energías renovables.
Quizás la crisis del COVID-19 y la recesión resultante, van a afectar esas proyecciones, pero precisamente la pandemia nos ha mostrado que nada es inevitable y que si hacemos algo positivo en el ámbito de nuestra compromiso personal, no hay ningún reto, ni el cambio climático, en el que no podamos hacer la diferencia.